lunes, 11 de enero de 2010

CARRUSEL


Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

De niño me gustaba mucho el carrusel, disfrutaba subirme y desde ahí ver las luces sobre mi y las personas a mi alrededor.
Hoy ya no soy tan niño, ni estoy sobre un fantasioso carrusel.

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

Los caballos en mi vida se han convertido en mi apoyo, las luces en los ojos que me siguen a donde voy y tratan de esculcar en lo que hago, esas personas que me ven desde afuera del carrusel, sólo esperan que haga lo que ellos creen correcto, pero nadie me dice como hacerlo.

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

Mi vida es un carrusel, da vueltas en círculos, gira sobre su propio eje y no tiene una gran circunferencia; personas me buscan con su mirada, quieren saber todo de mi, pues le digo que no hay mucho que saber, pues mi vida es igual a un carrusel.

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

Deje de escarbar, pues mis tesoros no va a encontrar, si algo he aprendido en este carrusel, es que a las personas puedo marear, perder y hasta locas dejar; no pierda el tiempo tratando de conmigo acá jugar, no trates de este asunto girar, pues mi vida está compuesta de círculos así que eres tu quién vomitando va acabar…

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

Soy nene, soy puta, soy llorón, un poco de basura y la verdad todo lo que quieras, soy lo que soy y a pesar de todo aun así mejor que tu, me veo yo.
No trates de hacerme sentir mal, deja de seguir mis giros, porque quién acá puede acabar es quién no está acostumbrado a mi juego jugar…

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar…

Sabes, una vuelta más no es suficiente para mi.
Es cierto, no he madurado y me divierto en este carrusel.
Si quieres bajarme, te reto a subir, pero advertido queda que en este carrusel las reglas las impongo yo y que cuando ya estés arriba no puedes bajar sin mi autorización.
Ciertamente es sólo un carrusel, pero mis caballos te pueden atacar, los reflectores son intensos y te pueden cegar, pero lo más peligroso acá no son ni las luces ni lo caballos, es este niño con su panda que en un momento en su juego tu muerte puede ocasionar…

Una vuelta más y ya si quieres me puedes bajar… Una vuelta más y ya por mi puedes pasar… Una vuelta a mi, sólo una vuelta más, que tu muerte, mi panda y yo, no acabamos de planear…

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